No existe mayor mito, sobre todo divulgado por las revistas, tanto femeninas como masculinas, sobre que la grasa es el enemigo. Y nada más lejos de la realidad: es un magnífico tejido natural propio, que al ser extraído de la zona en la que sobre (abdomen, muslos, cadera), puede ser reinyectado en zonas concretas para mejorar el contorno facial: por ejemplo, en pómulos, surcos nasogenianos y mandíbula; así, se le da volumen al óvalo facial, cuya grasa se suele perder con la edad, evidenciando los primeros síntomas de flacidez.
De hecho, esta revolucionaria técnica, que en AZERO Laclinic te ofrecemos de la mano de la Dra. Rodríguez de Azero, corrige de forma segura y con la máxima precisión cualquier zona del rostro, rejuvenciendo completamente el rostro del paciente.
La restauración volumétrica con tejido adiposo
Con la edad, nuestro rostro y manos pierden volumen. De hecho, las personas con el óvalo muy redondeado suelen ser apodadas como «cara de niño/a», ya que nuestra percepción de la belleza concibe un rostro «rellenito» como más joven; la explicación reside en que, así, no se marcan tanto las líneas de expresión y no parece la piel tan flácida. Por ello, la grasa, a través del lipofilling facial, puede ser tu mejor amiga: es una vía simple de «reponer» o «reaflorar» rápidamente ese aspecto lozano.
Grasa o rellenos convencionales
El uso de la grasa, como tejido natural, es una de las tantas técnicas existentes para recuperar el volumen facial. Los rellenos están ampliamente utilizados, ya que son seguros y muy efectivos, pero todo dependerá del paciente, de la cantidad de relleno que necesite, etc. Además, su duración es menor que la grasa, pero, esta última, para poder ser utilizada, requerirá de un «excedente» en alguna parte de tu cuerpo. Su principal ventaja es que al ser tu propio tejido, no existe riesgo de reacción alérgica. No obstante, recuerda que este procedimiento debe ser realizado por un profesional de la cirugía estética, plástica y reparadora.
Procedimiento
Una vez determinada el área de extracción de la grasa, tan solo es necesario obtener una pequeña cantidad, que oscila entre los 100-150 cc, dependiendo del paciente. A continuación se utiliza la decantación para conseguir células de buena calidad y se trasvasa a jeringas de 2, 5 0 10 cc para ser reinyectada en mínimas cantidades; es decir, «microinjertos grasos», que tienen una sencilla cicatrización.
Es tal la seguridad del procedimiento que, si una persona necesita volumen en las ojeras, la grasa se puede pasar a través de unos filtros y así conseguir el relleno perfecto para estas zonas (micro o nanofat).
En Azero Laclinic, la doctora Margarita Rodríguez de Azero trabaja con las cantidades de 15 a máximo 30 cc para la zona del rostro, alcanzado la máxima naturalidad y armonía. Pide tu cita y devuelve la juventud a tu rostro. ¡Consúltanos!
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