Uno de los temas que más ampliamente hemos tratado en este blog es la mastopexia. Es una intervención en la que la Dra. Rodríguez de Azero tiene muchísima experiencia, ofreciendo muy buenos resultados. Normalmente, una mastopexia se utiliza cuando la paciente ha perdido el volumen del seno, provocando que este se vea “caído”, “vacío” o, incluso “envejecido”. Muchos son los motivos: descolgamiento por la edad, embarazos, poco cuidado (deporte extremo), etc. Por ello, esta técnica se presta eficaz, sobre todo porque también se puede realizar sin prótesis.
Cuando se decide hacer sin prótesis es porque la paciente tiene el suficiente volumen como para que la mastopexia acabe siendo, simplificando, una “elevación de senos”. A veces, las pacientes solo quieren que sus senos se vean firmes y rejuvenecidos, y al tener suficiente grasa en la zona, se puede realizar. No obstante, en aquellos casos donde no hay suficiente cantidad, se sugiere colocar prótesis. Todo depende de la fisionomía, aunque los deseos personales son fundamentales. Como el caso de nuestra paciente que quiere aportar, de forma breve, su testimonio:
“Siempre fui una mujer de pecho grande, ya que soy alta y con curvas. Durante la primera cuarentena, me enfoqué en la alimentación saludable y el ejercicio, para sobrellevar el impacto de verme sola en casa. Encerrada. Trabajaba en remoto, hacía comidas saludables y entrenaba dos veces al día. Conseguí el cuerpo de mis sueños: me sentía fuerte, saludable, con energía para comerme el mundo. Sin embargo, mis senos, antaño voluminosos, solo parecían piel. Caídos, con estrías… No me gustaba lo que veía en el espejo. Y decidí consultar a la Dra. Margarita.
Ella, en un primer lugar, me dijo que era totalmente factible, pero que por mi fisonomía, me sugería prótesis. Hicimos mediciones, me observé en el espejo con varias tallas… pero no, no quería una prótesis. Es una elección personal. Estuve un tiempo pensándolo. La Dra. me decía que corría el riesgo de quedar muy plana y no sentirme a gusto. Siempre fue clara y directa con la opción, pero que respetaba lo que yo decidiese. Y seguí adelante con la mastopexia sin prótesis, convencida de que un pecho pequeño también es bonito. Toda mi vida utilicé sujetadores, jamás pude usar un vestido sin tirantes con la espalda al descubierto. Siempre destacaba mi escote, antes que otra parte de mi cuerpo. Y quería seguir siendo natural, sin pensar en futuras revisiones o cambios…
Yo quedé muy feliz con el pecho resultante. Una talla 90B. De hecho, como he vuelto a subir de peso, me ha aumentado, pero esta vez con una piel firme y sujeta, por lo que en una de mis últimas revisiones, me comentó la Dra. Rodríguez de Azero que le gustaba mucho el volumen y aspecto, y que este peso me favorecía. No puedo estar más feliz con mi decisión. Sí, podría haberme puesto prótesis y estaría igual de encantada, pero es totalmente factible hacerlo sin ellas, si tienes suficiente volumen”.
Como ves, todo depende del caso, condiciones y deseos. La Dra. siempre te informará, siendo el paciente quién toma la decisión final, pero siempre desde el conocimiento.
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